• Limpieza Regular: Para mantener el brillo y la belleza de tu anillo de eternidad, es fundamental limpiarlo regularmente. Limpia tu anillo suavemente con un cepillo de dientes suave, agua tibia y un poco de detergente suave o jabón neutro.
• Almacenamiento Adecuado: El almacenamiento adecuado es vital para proteger tu anillo de eternidad. Guarda el anillo en una caja de joyas acolchada o en una bolsa de tela suave para evitar que se raye con otras piezas de joyería. Mantenerlo separado de otras joyas también ayuda a prevenir daños.
• Revisiones Periódicas: Realizar revisiones periódicas en PR es una excelente manera de garantizar que las piedras sigan bien engastadas y que el anillo esté en perfectas condiciones. Nuestros joyeros pueden identificar y solucionar problemas como piedras sueltas o desgaste en la banda.
• Evitar Químicos y Actividades Rigurosas: Es recomendable quitarse el anillo de eternidad durante actividades que puedan exponerlo a químicos fuertes o golpes, como la limpieza del hogar o la práctica de deportes. Los químicos pueden dañar el metal y las piedras, y los golpes pueden desalinear las gemas.